¿Qué quieres para cenar? ¡Una pizza casera!
¿Y si no tenemos levadura en casa? No desesperes, sigue nuestros consejos y no volverás a tener este problema. Hoy vas a aprender a cocinar una excelente pizza casera usando cerveza.
Nuestro “plan de emergencia” para esos momentos en los que no tenemos la famosa levadura de panadería os permitirá crear una masa de pizza sin necesidad de levadura ni agua, una masa rápida de hacer y de un sabor insuperable.
No se trata de una de las ya conocidas recetas para pizza sin levadura. En esta ocasión vamos a aprovechar la levadura y el gas de la cerveza para hacer la masa de nuestra pizza.
¿Cuáles son las ventajas de la levadura contenida en la cerveza frente a la levadura de panadería?
El objetivo de las levaduras en la comida es el de aumentar el volumen, debido principalmente a la acción del anhídrido carbónico (CO2) que estos microorganismos producen como desecho metabólico al descomponer los azúcares.
La diferencia principal entre la levadura de cerveza y la levadura de panadería se basa en que mientras la primera está compuesta por un único tipo de microorganismo, la segunda la forma una colonia de diversos tipos de microorganismos, muchos de los cuales tienen un efecto complementario a la fermentación. Lo que hace que ésta levadura sea mucho más compleja de utilizar en casa y su conservación y mantenimiento necesitan una atención constante.
La levadura de la cerveza es simple de utilizar y son pocas las reglas a seguir para su correcta conservación. El resultado en las recetas cocinadas es mucho más regular y, en el caso de la pizza, el sabor de la masa es muy agradable.
¿Cómo preparamos la masa de nuestra pizza con cerveza?
Sólo necesitarás:
500 g de harina
1 vaso pequeño de aceite de oliva (50g)
250 ml de cerveza artesana
1 cucharada de sal
Pasos:
- Mezclamos en un bol la harina y la sal. Movemos bien.
- Hacemos un hueco en el centro de la mezcla, tipo volcán, y añadimos el aceite y la cerveza. Movemos bien hasta que no queden grumos.
- Dejamos reposar a temperatura ambiente 2 horas, es una masa que no crecerá mucho pero sí cambiará la textura, más tersa y manejable que al principio.
- Extendemos la masa en una bandeja para horno (untada de aceite o encima de papel vegetal) hasta que quede bien homogénea.
- Pre-calentamos el horno a máxima potencia.
- Cortamos en tres trozos iguales y estiramos lo máximo posible hasta que quede una masa de pizza fina.
- La condimentamos al gusto (salsa de tomate, pollo, queso, especias...)
- Metemos al horno a 200° durante 30 minutos controlando que no se nos queme, en un horno de convección el tiempo se reducirá a la mitad.
- Cuando empiece a dorarse, pinchamos con un tenedor o un cuchillo y si sale seco es que ya la tenemos.
Nosotros hemos probado con una Pils de Cervezas Albero, la primera cerveza artesana de Sevilla, y... ¡ha quedado espectacular!
Bon appétit!