Fermentación de agua y miel, os hablamos en este post del hidromiel o aguamiel. Según el químico y experto en ciencia y cocina, Pere Castells, estamos ante la bebida precursora de la cerveza, y la primera consumida por el ser humano.
Probablemente su descubrimiento fue casual, resultado de una fermentación natural de la miel.
Elaborada por griegos, romanos, celtas, normandos, sajones y vikingos, en muchas ocasiones como elogio a sus héroes y otras como bebida habitual. Cada pueblo llamó al hidromiel, o bebidas fermentadas con miel, de una forma. Los griegos lo llamaron melikraton, y los romanos mulsum, que se conoce en la actualidad como pyment, mezcla de miel y jugo de uva, que ha llegado hasta nuestros días, existiendo algunas marcas conocidas en el mercado que la fabrican.
Pero de entre todos los datos históricos que podríamos nombrar, vamos a destacar aquellos que más han llamado nuestra atención.
Primeros testimonios. Algunos datos arqueológicos
El primer escrito con referencia al hidromiel podemos encontrarlo en los versos del Rig Vedá, uno de los libros sagrados del vedismo (religión anterior al hinduismo), entre 1700-1100 a.C.
Por su parte, los restos más antiguos de hidromiel que se han encontrado hasta la fecha provienen de China hacia el 7000 a.C., encontrados en unas vasijas de cerámica, con restos de una bebida fermentada a base de arroz, miel y frutas.
Entre los restos encontrados más sorprendentes, nos llama la atención el gran caldero de bronce descubierto en Alemania, datado sobre el 400 a.C., en cuyo interior se encontraron restos de un braggot, mezcla de hidromiel y cerveza. En la actualidad, es denominada “cerveza especial” o “cerveza con miel”. En la guía de estilo BJCP se encuentra categorizada como Aguamiel o Hidromiel, aunque muchos lo consideran mosto fermentado con miel. El braggot, tradicionalmente, se elabora con un 50% de miel y un 50% de malta, aunque hay quien añade especias a la mezcla.
El origen del braggot, según algunos historiadores, puede remontarse al año 1000 a.C., dentro de la tribu de los Pictos, que tuvieron el poder en la zona de Escocia hasta el siglo IX.
Balché, una bebida prehispánica
Encontramos una asociación a los rituales en la cultura maya con una ligera modificación: el balché, hecha con miel, agua, y unos trozos de corteza de árbol balché. Incluso este árbol y la bebida asociada se convirtieron en símbolo de la resistencia cultural de los mayas, ya que fue prohibida por los españoles conquistadores. Hoy día se consume al inicio de las temporadas de cosecha, siendo una ofrenda para la protección del ganado y la fertilidad.
El hidromiel y los vikingos
Ya sabéis además la relación de los vikingos con el hidromiel, como único alimento del dios Odín, y como bebida que los acompañaría tras la muerte en el Valhalla. Hay que destacar además que este pueblo añadía otras sustancias al hidromiel, como el cornezuelo de centeno con un alto contenido en ácido lisérgico, base de la droga LSD. ¡No nos extraña que estuviera presente en sus rituales!
Lo que nos queda claro es que la unión de agua y miel, incluyendo o no otros ingredientes, tiene un origen muy antiguo, y ha recorrido un largo trayecto espacial y temporal. El cambio de cultivos a partir del siglo X, más económicos y sencillos, hacia los cereales o la vid, dio paso al aumento de consumo de cerveza y vino, quedando relegado el consumo de hidromiel para los países nórdicos, donde era complicado la explotación de estos cultivos. Contribuyó también a su desplazamiento el aumento de importaciones de azúcar desde el Caribe a partir del siglo XVII, lo que disminuyó la producción de miel.
Ahora que ya conoces estos datos curiosos sobre el hidromiel, ¿te animas a hacerlo en casa? Además de hacerte con tu kit o recarga eligiendo entre nuestras recetas, echa un ojo a este artículo donde te explicamos cómo hacer hidromiel.