El hidromiel o aguamiel es una bebida que se obtiene a partir de la fermentación de una mezcla de agua y miel, siendo la primera de las bebidas alcohólicas que consumió el ser humano y considerada precursora de la cerveza, nuestra bebida predilecta.
Por ello, te describimos el proceso básico para elaborar hidromiel en casa, por si eres todo un brewer autodidacta ávido de nuevas experiencias o por si sientes curiosidad por el proceso antes de disfrutar de un Kit de Elaboración casera de hidromiel.
Equipo
Para elaborar hidromiel será necesario contar con un recipiente fermentador, un airlock que permita la salida del CO2, un elemento para trasvasar, tipo sifón, y botellas. Todo ello, más todo lo que pueda entrar en contacto con el líquido, debe lavarse y esterilizarse a conciencia para evitar una posible contaminación cuya consecuencia supondría perder el lote completo.
Para este paso fundamental, existen Agentes Esterilizantes no tóxicos, que no necesitan aclarado y actúan en tan sólo 3-5 minutos.
Materia prima
La elección de qué ingredientes usar es sumamente importante, pues de la calidad de estos dependerá obtener un buen resultado final. La miel es obviamente la materia prima principal, a ella se sumarán el agua y la levadura, con posibilidad de añadir especias, frutas, etc.
Preparación
Para crear el mosto se debe poner a calentar agua y disolver en ella la miel que vayamos a usar (si se calienta un poco la miel se favorecerá su disolución). En caso de ser un homebrewer experimentado y disponer de un densímetro, sería ideal realizar las mediciones del líquido. Si no lo tiene, se puede usar la receta clásica de tres partes de agua por una de miel.
En la etapa de hervido, o después de ella, podrían agregarse especias, adjuntos o cualquier otro elemento que de un toque singular a nuestra receta.
Una vez creado el mosto, debemos enfriarlo antes de añadir las levaduras, agregarlas entonces, y cerrar el cubo fermentador herméticamente. El único medio de contacto que el preparado debe tener con el mundo exterior es a través del airlock colocado en el fermentador y relleno de agua esterilizada.
El fermentador se sitúa en un lugar fresco y seco, alejado de la luz solar directa, para que dé comienzo la fermentación durante un par de semanas. La fermentación inicialmente se desarrollará de manera más vigorosa, por lo que puede aparecer un borboteo en el airlock indicativo de que la presión se libera.
Con la ayuda del sifón, se trasvasa el hidromiel, evitando los posos, y se deja madurar para que mejoren sus características organolépticas. Aproximadamente una semana después se realizará otro trasvase para clarificar aún más el líquido. Acto seguido, ya sólo restaría embotellar y enfriar al gusto. ¿Nuestra recomendación? consumirla entre 3 y 5ºC.
Llegado el momento de brindar, ¿qué usarás, catavinos o cuerno vikingo para beber tu delicioso hidromiel? ;)
Sea en el formato que sea, recuerda que la elaboración de hidromiel se basa en la fermentación del azúcar que contiene la miel y las levaduras que añadimos, de forma que se transforma en alcohol, llegando a ser fácilmente de 10° a 12°, y pudiendo llegar a los 18º si se usan levaduras de alta tolerancia al alcohol.
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¡Skål!