Ya se nota, y se sufre sobre todo por el sur de nuestro país, que la temperatura empieza a dispararse este año, y con el aumento del calor cambian nuestros hábitos cerveceros. Dejamos atrás las cervezas pesadas, de alta graduación y sabores rotundos que nos han alegrado el invierno.
En cambio, con las chanclas y las bermudas combinan mejor cervezas rubias, de cuerpo ligero y aromas y sabores suaves. Por ello, en este post queremos mostrarte dos sencillos trucos para preparar una versión veraniega de tu receta de cerveza artesana.
Realmente, cualquier cerveza puede adaptarse un ambiente más caluroso alterando dos parámetros: la densidad del cuerpo y su graduación alcohólica. Es muy sencillo y al final de tu producción disfrutarás de una birra 100% veraniega.
Aligerar el cuerpo de nuestra cerveza artesana
Para obtener menos cuerpo de nuestra cerveza, simplemente controlaremos que la temperatura del macerado se sitúe entre los 60º y los 62ºC. Con esta sencilla operación notaremos como la cerveza resultante es menos pesada, prestándose a un trago más largo, esos que damos cuando apremia la sed.
En cambio, si preferimos una cerveza corpulenta, la temperatura del macerado debe aumentar hasta los 68º o 70ºC.
Rebajar el contenido alcohólico de nuestra cerveza artesana
Asimismo, y queriendo evitar malas pasadas, deberíamos rebajar la graduación alcohólica de nuestra cerveza de verano, ya que la sensación de sed nos incitará a beber más. Reduciendo el porcentaje de alcohol podremos tomarnos más de un par de cervezas al aire libre y saciar nuestra sed sin los inconvenientes de excedernos con el alcohol consumido.
Para reducir el porcentaje de alcohol en un 20% solamente tienes que añadir un litro extra de agua mineral al cubo fermentador, de nuestros Kits para elaborar cerveza artesana, antes de cerrarlo. Es decir hasta los 6 litros de capacidad, de esta forma conseguirás una cerveza con menos alcohol ¡y además más cerveza!
¡Así podrás disfrutar del verano bebiendo tu propia cerveza totalmente adaptada para la ocasión!