La sociedad actual está ávida de productos más naturales y saludables, y es innegable que la cerveza artesana está de moda gracias a su calidad, beneficios y la inmensa variedad existente.
El término industrial no indica necesariamente malo y artesana bueno, como bien diferencia La Asociación Española de Cerveceros Independientes, AECAI, cuando hablamos de cerveza industrial nos referimos a “la cerveza monovarietal que han estado haciendo los grandes grupos cerveceros de este país durante décadas” y al hablar de cerveza artesana hacemos referencia a una cerveza de opciones múltiples más allá de la cerveza estilo lager internacional y con una serie de características diferenciadoras.
Asimismo, las cervezas artesanas tienen ciertas peculiaridades que la distinguen desde sus ingredientes hasta su embotellado, pasando por su elaboración, de las industriales.
Las cervezas artesanas son creadas además de con pasión y mimo, con ingredientes de calidad evitando en lo posible los químicos, por ello una de las fundamentales diferencias entre ambos productos es que la cerveza artesana está elaborada con ingredientes 100% naturales como el agua, la levadura, las maltas y los lúpulos, por tanto, no llevan ni aditivos artificiales ni conservantes entre sus componentes.
Tradicionalmente la cerveza se fabricaba a partir de malta de cebada, material de alta calidad cuyo coste es asimismo elevado y que los productores industriales deben reducir a favor del arroz, el maíz o el mijo, menos costosos pero que producen una cerveza de calidad inferior.
Lo cierto es que las cervezas artesanas se incorporan cada vez más a nuestra dieta ya que el mercado evoluciona naturalmente con tendencia a lo menos artificioso y más natural, y a la especialización y la amplitud de oferta; Una nueva orientación del mercado que bien conocen los grandes grupos cerveceros y ante la cual tratan de posicionarse en el mercado con sus “artesanas”.
Las cervezas que denominamos industriales son producidas a partir de una receta básica muy pensada que busca que el producto sea económicamente viable, entretanto en el caso de la cerveza artesana, el maestro cervecero modifica las veces que sean necesarias su fórmula para encontrar la mezcla adecuada con el gusto y el olor buscados, creando un producto ideal para el maridaje gastronómico.
El maestro cervecero desarrolla su propia fórmula para adaptarla a sus gustos y al de sus clientes introduciéndose en un campo que hasta el momento estaba reservado para el vino, y es el de adaptar los sabores para la perfecta concordancia con distintos alimentos.
En referencia a la fabricación industrial, esta se realiza a partir de un proceso automático donde la intervención humana es mínima, mientras en la elaboración de las cervezas artesanas es justamente lo opuesto, se realiza con la mínima ayuda de maquinaria.
Las cervezas industriales también se someten a la pasteurización y los enormes cambios de temperatura incapacitan la evolución de la levadura pues esta muere, por ello la pasteurización no es usual en el mundo craft ya que provoca que se distorsionen aromas y sabores.
En cuanto a la elaboración, debemos destacar que el gas en las cervezas industriales es inyectado generando en el consumidor una sensación de hinchazón, por el contrario, el sistema artesanal mediante la carbonatación de la cerveza es el usado en las microcervecerías, es decir, el gas es el carbónico original generado por la levadura al fermentar.
En caso de usar el sistema de filtrado con el fin de hacer la cerveza visualmente más atractiva, en la cerveza artesana (si es que se realiza) se hace de forma manual y no química, continuando con una metodología que trata de evitar en lo posible la maquinaria y la destrucción de levaduras y proteínas de la cerveza, ya que le resta propiedades.
En pocas palabras, podemos asegurar que la cerveza artesana, un producto complejo, más local y próximo al consumidor ofreciéndole inmensas posibilidades, está en auge. La oferta de este producto mejorado y diferenciador es cada vez mayor en los locales de restauración y ocio, la cultura cervecera se expande a pasos agigantados, y con la práctica DIY, su elaboración está ahora al alcance de todos gracias a los novedosos kits para confeccionar en casa tu propia cerveza en 8 sencillos pasos.